Tener un sistema de organización personal para no preocuparte y que no se te olvide nada, sin estrés, ni agobio ni ansiedad parece imposible Cierto…
Yo te digo que es posible
La clave es dar prioridad a las cosas mas importante
Aunque no me creas te conozco muy buen, se que estas aquí porque quieres aprender a organizarte para hacer todo lo quieres para hacer feliz entiendo que tu niño con tdah te consume mucha energía y que vives un eterno desafio, pero sueñas con, manejar tu tiempo para invertir horas en ti en tu desarrollo personal y con comenzar ese emprendimiento que tanto amas.
Te voy hacer
una pregunta:
¿Te gustaría
tener más tiempo?
Lo primero de todo que tienes que hacer es olvidar la frase “no tengo tiempo” porque eso es una excusa. Ya te he dicho antes que todos tenemos el mismo.
¿Por qué
algunas personas son tan productivas y a otras no les da tiempo a hacer nada…?
Estas personas productivas tienen orden de prioridades
¿Por qué tenemos la sensación de no tener tiempo suficiente?
Puede que seas una de esas personas que terminan el día pensando que no han hecho todo lo que querían hacer.
No has parado en todo el día, y aun así no has tachado nada
importante de la lista que tenías en tu cabeza. Por ello, acabas pensando que
tu día no tiene horas suficientes.
Esa impresión, posiblemente, se deba a que la persona sienta
que no alcanza los resultados esperados.
A las metas importantes que nos marcamos. No a esas tareas
pequeñas o poco significativas a las que solemos dar prioridad.
Por lo tanto, la base es la organización.
Para qué sirve organizarse y qué ventajas tiene ser
organizado
Organizar tu jornada evitará que caigas en posibles agobios y estrés.
Piensa que si no la tienes organizada será mucho más fácil no controlar interrupciones y caer en distracciones varias, ya que no tienes ninguna otra cosa a lo que aferrarte para decir que no.
La importancia de tener un plan de acción reside en la
capacidad de conseguir resultados al final del día. Si sabes exactamente a
dónde vas, tendrás claro lo que quieres conseguir y cuándo.
Empezar el día con la mente en blanco y no tener claro el
camino que tienes que tomar tiene graves inconvenientes. Tanto a nivel de
productividad, gestión del tiempo y personal.
Entrar en la práctica de la multitarea al no tener bien
definido el día.
Dejar que las distracciones inunden tu jornada.
Sentir que no paras de hacer muchas cosas, pero al final del
día no haber dado grandes pasos.
Terminar apagando fuegos y tareas para salir del paso.
Gastar tiempo en las cosas menos importantes y más triviales.
Empezar el día sin una motivación clara que te anime a
afrontar el día con fuerza.
Dejar que el estrés e incluso el agobio corra por tu cuerpo
por no tener el control de la jornada.
Habrá unos cuantos más que no estén en estos puntos, pero
creo que con los que he puesto te puedes hacer una idea, ¿no?
Las mejores
estrategias para la gestión del tiempo
Muchas veces somos presa de los denominados “ladrones de tiempo”, que nos roban las horas que podríamos estar usando mucho más productivamente. Es importante identificar qué es lo que nos hace perder el tiempo. Las redes sociales, el WhatsApp y el correo electrónico son algunas de las principales causas que nos llevan a invertir hasta tres horas diarias de nuestro tiempo.
Aprende a
distinguir entre urgente
Es importante diferenciar las tareas urgentes —aquellas que
debemos priorizar y llevar a cabo de manera inmediata— de las importantes, que
podemos realizar a posteriori.
Contestar el teléfono de la oficina es urgente, ya que si no
lo hacemos, la llamada se pierde. Leer el correo es importante, pero quizás no
sea siempre urgente. Mirar nuestro feed personal de Facebook o Instagram no es
ni urgente ni importante en el trabajo, y es una tarea que podemos reservar
para el final del día cuando lleguemos a casa. Esta distinción entre urgente e
importante es una de las claves para gestionar nuestro tiempo, planificar de
forma eficaz las tareas y minimizar las distracciones.
Utiliza los primeros 30 minutos del día para crear una lista
de tareas diarias que se adapten a la planificación semanal de tus objetivos.
Prioriza las tareas para ese día estableciendo un punto de referencia de
rendimiento. Por ejemplo, si tienes 20 tareas para un día determinado, ¿cuántas
de ellas realmente necesitas llevar a cabo en el mismo día?
Si bien siempre pueden surgir imprevistos durante la jornada
laboral, serás mucho más productivo si te habitúas a seguir rutinas de trabajo
la mayor parte del tiempo. A la mayoría de las personas, crear y seguir una
rutina les permite gestionar mucho mejor su tiempo y finalizar las tareas del
día previstas.
Una tarea como leer y contestar correos electrónicos nos
podría llevar todo el día si no nos marcamos un límite de tiempo para hacerlo.
Por ello, es recomendable establecer, por ejemplo, bloques de 15 minutos cada
tres horas para revisar la bandeja de entrada del email. También es importante
marcar el inicio y el final de las reuniones para evitar que se eternicen y
perder el día sin hacer nada más. Esta estrategia de acotar el tiempo puede
aplicarse a diferentes tareas, y de esta manera evitaremos la sensación de que
algo concreto nos absorbe siempre la mayor parte de la jornada laboral.
Un entorno desordenado provoca falta de concentración y hace
perder el foco. Y, cuando no estamos concentrados, es más probable que tengamos
que invertir más tiempo de lo necesario en realizar nuestras tareas laborales
diarias. Para evitarlo, es importante mantener nuestra mesa y nuestro entorno
de trabajo en orden y organizado, sin montones de papeles ni objetos inútiles
que te despisten de forma continua. Empieza ordenando un día tu mesa y sigue
con un cajón, una estantería, el armario… El orden te ayudará a gestionar mejor
tu tiempo y a ser más productivo.
Si te encuentras posponiendo o poniendo excusas para no
hacer algo, pregúntate por qué. La procrastinación es uno de los principales
enemigos de una adecuada gestión del tiempo y lo que provoca muchas veces es
que te sientas sobrepasado al final del día por todas aquellas tareas que has
ido posponiendo y que se han acabado acumulando.
No intentes
ser multitarea
En general, no hay muchas personas que hagan bien varias
cosas a la vez, pues la mente se dispersa y cuesta volver a centrarse en
nuestras tareas. Es mucho más efectivo terminar una tarea antes de pasar a
otra. Si tienes que ocuparte de muchas labores diferentes, intenta agruparlas y
lleva a cabo las que sean similares de forma consecutiva
Aprende a
delegar
Delegar es una de las habilidades más difíciles de poner en
práctica para muchas personas que creen que haciéndolo todo ellas y controlando
cada detalle, todo saldrá mucho mejor. El hecho de no delegar impide
administrar y gestionar el tiempo de forma eficaz. Por ello, es necesario y
beneficioso compartir y repartir la carga de tareas con las personas de tu
equipo en la medida en que sea posible para aprovechar al máximo el tiempo de
cada uno.
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