La mejor forma de lograr explicar lo que quieres a tu hijo es crear situaciones en forma de juego y puedes recrear el pasado como en imaginarse el futuro.
Juega a recreando una situación similar a la que se va a enfrentar. Por ejemplo, cuando tengas que ir al odontólogo: crea un juego donde se recuerde todo lo que pasó en la última consulta o lo que tú imagines que pueda pasar en la siguiente.
Debes responder estás preguntas: ¿Qué pasó? ¿Qué hacemos cuando nos pasa eso? ¿Qué hacen entonces los adultos?…
Deben hablar sobre lo que tardan en atenderlo, que se aburre y entonces empieza a saltar o a tocar todo, que molesta a las otras personas… Que mamá nos avisa que no está haciendo caso, que se enfada y al final le castiga…”.
traer a su mente todas las situaciones que ya has vivido. Hazle preguntas para él responda, y sobretodo, llegar a ¿qué podemos hacer hoy para que no pase otra vez? Espera a que él de las soluciones y admite aquellas que veas que vayan a ser eficaces y que sean pertinentes. En el caso de que no se le ocurra a tu hijo ninguna solución o sean “descabelladas”, ve sugiriéndo tú otras opciones.
Si hacen el ejercicio en el futuro, debes plantear la situacion de la misma forma pero hablar de lo que podría suceder si…: “Vamos a imaginarnos qué pasaría si en esta situación tu tuvieras esta dificultad… ¿Cómo lo podrías solucionar? ¿Vamos a ver qué pasaría si tu hicieras eso?
como padre puedes jugar con tu hijo para ayudarle a reducir el impacto negativo del TDAH en las diferentes situaciones de su vida.
Facilitas que haya una mayor comprensión, una relación de apoyo y colaboración entre los adultos y los hijos, evitando así que se produzcan contantes peleas y tensiones en el ambiente familiar.
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