¿Está mal ser perfeccionista?

¿Está mal ser perfeccionista?

No puedes sacar menos de un 10 (A+) en un examen.

No te atreves a aceptar nuevos retos por miedo a fracasar.

Te tomas demasiado a pecho las críticas.

Si te pasa esto a menudo entonces, puede que seas un perfeccionista. 

¿Y qué tiene eso de malo?

Tratar de hacer las cosas lo mejor posible no tiene nada de malo. Sin embargo, ¿qué hay de malo en ser tan bueno? Hay una gran diferencia entre el sano deseo de hacer las cosas lo mejor posible y la lucha enfermiza por lograr metas inalcanzables, El perfeccionismo puede ser una carga muy pesada, porque, digámoslo de una vez, nadie es perfecto. Nadie en la tierra es perfecto. Por eso, nunca lo harás todo de forma espectacular.

cuatro campos en los que te puede afectar el perfeccionismo.

En cómo te ves a ti mismo. Los perfeccionistas se ponen el listón demasiado alto y al final acaban decepcionados. Siendo realistas, nadie puede ser bueno en todo. Y si te martirizas por no hacerlo todo perfecto, puede que llegues a pensar que nunca haces nada bien y te deprimas.

En cómo ves los consejos. Los perfeccionistas se sienten atacados cuando los aconsejan o corrigen. Ser perfeccionista te impide reconocer tus límites y aceptar la ayuda que necesitas”.

En cómo ves a los demás. Los perfeccionistas suelen esperar demasiado de los demás, y es lógico. Si tú mismo te exiges perfección, exigirás perfección de los demás y te sentirás decepcionado siempre que se queden cortos”.

En cómo te ven los demás.Y, bueno, si siempre les exiges demasiado a los demás, no te sorprenda que nadie quiera estar contigo.Es agotador intentar estar a la altura de alguien perfeccionista. Nunca lo vas a lograr. ¿Y quién va a querer ser amigo de alguien así?”.

Algo mejor que querer ser perfecto en todo es ser razonable

. Las personas razonables son equilibradas; no se exigen más de lo que pueden dar ni exigen demasiado de los demás.

para terminar

       La presión a la que estamos sometidos a diario ya es suficiente. Ni acepta más trabajo del que puede hacer ni le dedica más tiempo del que se puede permitir.  El día solo tiene 24 horas, y hay mucho que hacer. Así que si le dedicas demasiado tiempo a cosas sin importancia, pudieras dejar de hacer lo que es más importante, hasta comer y dormir

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